Fast fashion: ventajas y desventajas.
Nuestro acelerado ritmo de vida contagió a la moda, pero este fenómeno podría traer graves consecuencias.
Este fenómeno ha tomado por asalto la industria fashionista en los últimos años pero ¿de qué se trata? Bueno, se le denomina así a la producción en serie y a bajo costo de prendas inspiradas en las últimas tendencias. Debemos decir que este modelo de producción ha sido un éxito rotundo gracias al comportamiento de los consumidores actuales, que buscan la moda también llamada pret-a-porter (listo para llevar), accesible, en tendencia pero también desechable y pasajera.

VENTAJAS
La clave del éxito de este modelo es que, en tiendas como Zara y H&M, los consumidores pueden encontrar prendas casi idénticas a las que hace una semana estaban en las pasarelas de las casas de moda más grandes y pueden comprarlas a sólo una fracción del que hubiera sido su precio original.
Además, estas cadenas poseen un sistema de logística tan impresionante que semana con semana actualizan sus inventarios con prendas nuevas que siguen las tendencias del momento.
¿Otra ventaja? Estas cadenas son globales, puedes encontrar una tienda de este tipo casi en cualquier ciudad y de no ser así, la mayoría cuentan con envío a domicilio.

DESVENTAJAS
Como ya mencionábamos algunas de las prendas que ofertan este tipo de tiendas son clones de diseños originales de grandes marcas, por lo cuál han sido demandadas un sinfín de veces.
No eres tú, la ropa ya es desechable. Gracias a esta tendencia de consumo el promedio de uso de una prenda nueva es ahora de solo siete veces antes de ser desechada. Además en los últimos 20 años, se ha presentado un aumento del 400% en el consumo de ropa en el planeta.
La también llamada moda low cost viene perfecto para nuestros bolsillos pero ¿cuál es el costo real? Según el World Resources Institute, la industria textil genera el 20% de la contaminación industrial del agua. Así mismo, se estima que en la producción de una camisa se emiten entre 2,1 y 5,5 Kg de CO2, siendo las prendas fabricadas en poliéster las que mayores emisiones generan.
Además del impacto ambiental el documental ‘The True Cost’, revela que en el mundo hay unos 40 millones de obreros del textil, de los cuales el 85% son mujeres, muchas de ellas menores de edad, ganando dos dólares al día y bajo condiciones de trabajo inhumanas.

¿Qué alternativas hay?
Después de que se diera a conocer el lado oscuro de la moda rápida a través de los últimos años, un 40% de la generación millennial afirmaba que comenzaría a dejar de apoyar las firmas de “moda rápida” según un informe diseñado por Thredup.
Estos datos ya han llegado a las cabezas de estos negocios y ya han comenzado a apostar por cambiar esta cultura consumista y tratar de revertir los daños. Un ejemplo es la cadena sueca H&M que en 2011 lanzó su primer Conscious Collection en la que se utilizaron materiales orgánicos como algodón y poliéster reciclado.
En Francia ya existe un nuevo movimiento llamado Slowear en el que se exploran tejidos que sean amigables con la naturaleza y que tengan una vida útil más prolongada.
Otra buena opción para revertir estos daños es recurrir a las tiendas de segunda mano o consumir prendas vintage así ayudamos no sólo al planeta, sino también a la economía local.

Con información de ConTREEbute.